miércoles, 18 de junio de 2008

La misma fe

1/05/08
Hace unos días hablé de Dios con una testigo de Jehová, fue increíble porque no peleamos yo soy “católica” y pongo entre comillas que soy católica porque hay muchas cosas con las que no estoy de acuerdo, cosas que hacen los hombres en la iglesia y nada tienen que ver con Dios, cómo el poder, las jerarquías que a mi parecer solo sirven para mas guerras y peleas entre los mismos católicos, o cómo el oro en el Vaticano que es dizque “patrimonio nacional”, ellos lo ponen cómo: ¿venderías Machupicchu? Obvio que no, pero si tengo un museo que revienta en oro y para mi religión se supone que la hambruna y la pobreza son más importantes que un “Patrimonio nacional” pues, por supuesto que dono lo que sea necesario. No nos peleamos, ella me hizo ver un mundo creado por Dios, o en este caso, Jehová que al fin y al cabo es lo mismo, pero dominado ahora por ese que odio mencionar. Llegando a la conclusión de que lo único que nos diferenciaba de los que no creen era la esperanza, la esperanza de una vida mejor que esta. Pero que para hacer llevadera la vida en donde estamos ahora, debíamos vivir cómo el vivió, siguiendo su ejemplo, difícil sí, pero no imposible. De lo único que se trata esto es: amarte a ti mismo para poder amar a los demás.
Me encantó hablar de Dios con alguien que no es de mi religión, ahí pude darme cuenta de lo importante que es la tolerancia, teniendo en cuenta siempre que, no porque alguien piense diferente a ti, es menos o más inteligente; juzgar es lo menos adecuado en estos casos de diferencias, lo mejor es aceptar como piensa el otro y dar, muy educadamente, tu punto de vista sin querer menospreciar el pensamiento del otro y estar abierto a cualquier posibilidad de aprendizaje.
Fue lindo hablar con ella, al margen de nuestras diferencias, el amor la fe y el sentido de la vida eran los mismos. Me hizo reflexionar muchas cosas que estoy viviendo ahora, sobre mis sueños, el sentido de ellos era, al final, el dinero y vivir bien, ahora es también vivir cada día fijándome en los lindos pequeños detalles que te da la vida. Ahora el dinero no es mi prioridad, mi prioridad es aprender de cada paso que doy, de mis caídas y de mis encontrones, ahora quiero aprender.
Recién leí Juan Salvador Gaviota de Richard Bach y entendí lo que realmente era importante, voy a poner aquí unas notas que hice al terminar de leer aquel libro tan inspirador:

- La vida es: Aprender, Amar y Enseñar.

- No hay límites, uno ve lo que uno piensa que es, si no ves límites entonces no tienes límites.
- Volar alto no es lo grandioso, lo grandioso es haber llegado alto y luego bajar para llevar alto a otros.
- Hay que tener también deseos descomunales por aprender.
- Hay que romper las cadenas que no dejan ser libre a nuestro cuerpo.
- Hay que decirse a uno mismo: ¡Quiero saber, quiero sentir más que pensar y sobre todo quiero ser libre!
- Para ser libre uno solo debe ser uno mismo, sin mascaras sin caretas solo tú, y tu yo interno, ¡muéstralo!

Quiero leer muchos libros y entre libro y libro leer uno de Paulo Coelho para que me ayude en mi búsqueda, en mi carrera hacia el aprendizaje, como un Guerrero de la Luz por el Camino de Santiago, dejar que mi vida pase como un río que fluye sin dejar de lado las piedritas que caen o los que navegan en él.